Sólo habían trascurrido unos días desde que tuviera lugar este triste acontecimiento que sucedió algo que, pudiera ser que, ni él — que con sus delirantes fantasías
siempre parecía ir por delante de los acontecimientos — podía tener previsto. Una noche, en la que se hallaba en compañía de su padre terminando de cenar,
éste, rompiendo el silencio al que estaban acostumbrados a mantener desde siempre, pero corregido y aumentado desde el fallecimiento de la mujer de la casa,
levanto su mirada del plato y, dirigiéndola en dirección de su hijo, empezó a carraspear para llamarle la atención y como si se preparase para decirle algo muy importante.
— Escucha, hijo mío… Escúchame ahora con mucha atención — dijo como si fuera el preámbulo de algo que sólo se puede decir una sola vez.
Nada más haber terminado de decir estas frases, como si diera por concluida su cena, apartó lentamente su plato, aún lleno de comida en el que, tal vez
esperando a que su hijo hubiese vaciado el suyo, había estado picando desde hacía ya un buen rato con evidente desgana. Evitando mirar fijamente a quien,
durante tantos años de convivencia jamás pudo estar seguro de conocer a fondo, parecía estar eligiendo en su interior con meticulosidad las frases que
pensaba dirigirle. En cierto modo, le parecía estar frente a un extraño, ya que, nunca pudo estar seguro de haber comprendido correctamente el comportamiento
de su hijo. La verdad es que, no resultaba fácil entender a quien, en ocasiones, actuaba como un sabio sin abandonar la actitud de un disminuido mental.
Si en esos momentos se hallaban sentados el uno frente al otro alrededor de la desvencijada mesa de la cocina era porque Juanito, tras la muerte de su madre,
procuraba coincidir con su padre casi todas las noches a la hora de cenar. Ésta parecía ser una importante cita que, desde que vivían solos, parecía ser un
punto de encuentro que uno y otro respetaban a rajatabla. Desde que falleció la mujer que parecía tener como única misión cuidar de ellos, no faltaron de encontrarse
en la cocina a la misma hora.